El vermut, vermú, o vermouth sigue siendo una bebida de máxima actualidad y lidera muchas mesas a la hora del aperitivo. Parte del éxito de esta bebida está en su fórmula, básicamente la de un vino blanco o tinto macerado con una infusión de botánicos (hierbas, raíces, flores, especias y fruta) a la que se suele añadir azúcar y alcohol vínico, y que luego se deja madurar en barricas hasta que los aromas se ensamblan y el conjunto resulta armonioso. Normalmente se macera con ajenjo, clavo, frambuesa, limón raíz de lirio, pensamientos, y hasta 40 botánicos diferentes dependiendo de cada enólogo que guardará con recelo su formula o creación con un perfil aromático muy personal que merece la pena descubrir.