Tokaj, vino de reyes y rey de los vinos" así lo describió Luis XIV al probarlo y el mito de los Tokaj no ha hecho más que crecer en sus más de cuatrocientos años de historia; pero no sería hasta el año 1630 cuando se habló, por primera vez, de la grandeza del viñedo de Oremus; a día de hoy, el de mayor reconocimiento universal.
La ciudad de Tokaj, cabeza de la región que produce los vinos a los que da nombre, se encuentra a las orillas del río Bodrog, al pie de los últimos contrafuertes de los montes Zemplén, en el nordeste de Hungría, cerca ya de las fronteras con la que hoy es la República Independiente de Ucrania. La región que lleva el mismo nombre de Tokaj acoge un total de 5.000 hectáreas de viñedo y consta de 27 municipios. Tiene forma triangular y está custodiada por Abaújszántó al oeste, Tokaj al sur y Satoraljaújheley al este. Tokaj - Hegyalja (Cadena dorada de montañas de Tokaj) fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2002.
En 1993, tan sólo tres años después de la caída del comunismo, la familia Alvarez llegó a Hungría y fundó Tokaj-Oremus Viñedos y Bodegas. Las actividades de la propiedad se centran en Tolcsva, donde - conectado al laberinto de bodegas subterráneas existentes desde el siglo XIII - en 1999 se construyó una moderna bodega de vinificación.
La familia Álvarez dedicó mucha atención al estudio minucioso y respetuoso de este vino para conocer su proceso de elaboración y su historia. También se esforzó por conservar, en lo posible, la tradición cuando dirigió las obras de la construcción de la nueva bodega.
Para la gestión del nuevo proyecto, que giraba en torno a uno de los viñedos mejor situados y más simbólicos de la región, reclutó un equipo profesional devoto, que conocía muy bien el terreno, y buscó a un enólogo de la zona experimentado y enteramente dedicado para situarlo al frente de ese colectivo.