Bodegas Dominio del Urogallo es un proyecto de Fran Asencio que está formado por una pequeña bodega en Cangas del Narcea (Asturias) junto con otra en el Bierzo. Además, junto a su hermano, son propietarios de Bodegas Alonso en el Marco de Jerez de la que Dejàvins también es distribuidor.
Fran Asencio tiene una personalidad intensa y lo aplica a la voluntad de elaborar el tipo de vinos que ama: refinados, aromáticos y puros. Con Dominio del Urogallo en Cangas del Narcea tiene un propósito claro, revalorizar la región, expresar la autenticidad de la tierra y poner nombre a variedades autóctonas casi ya olvidadas. Ha logrado en Asturias una simbiosis entre el suelo, el clima y la uva local para elaborar vinos tintos y blancos de máxima calidad y de pequeñas producciones.
Cangas del Narcea es una zona que, aunque sea poco conocida, tiene una tradición milenaria en el cultivo de la vid. Estas crecen en paisajes abruptos, montañosos y verdes, que hacen que el trabajo sea laborioso y heroico. Las fuertes pendientes pizarrosas y los viñedos aislados hacen casi imposible la mecanización. En estos viñedos de montaña deslumbran variedades como la Albarín blanco, la Albillo, el Carrasquín y el Verdejo negro. Las variedades autóctonas unidas con la viticultura de montaña, transfieren un carácter único en los vinos de Cangas.
Los viñedos se encuentran desparramados en las montañas con unas altitudes de entre los 500 m de las zonas más bajas hasta los 850 o 900 m de las zonas más elevadas. Los suelos son fundamentalmente de pizarra, cuarzo y antracita, aunque también encontramos en algunas laderas los esquistos y algo de arcilla. En esta zona se conservan registros de viticultura desde el siglo XII ya que durante esos años ya estaban en la zona los monjes Cistercienses que llevaban a cabo estas actividades. Por esta razón, podemos encontrar en la zona algún viñedo prefiloxérico junto con algunos otros viñedos de entre 50 y 70 años de vejez y otros de reciente plantación.
Cultiva mediante prácticas de viticultura biodinámica y en cuanto a la elaboración respeta mucho la fruta, sin añadidos y sin filtrados, siempre buscando la expresión máxima de la tierra en la que trabajan. Las crianzas varían dependiendo de los vinos, pero siempre con barricas de roble francés muy usadas. Sus vinos transmiten la frescura y elegancia de su clima y sus suelos.